- Un sitio para pasear (un parque, un jardín o algún espacio verde y abierto).
- Un paquete de nueces sin sal (o de pasas si tiene alergia a las nueces).
Imagine que entra en otro mundo dejando atrás su mundo cotidiano. Cada nuez o pasa representa un pensamiento negativo, preocupación o ansiedad. Mientras va andando, tírelas de una en una, nombrando el pensamiento diciendo "me deshago de ti". Pronto aparecerán pájaros que se las comerán (por eso, las nueces deben ser sin sal), de modo que imagine que toda su negatividad se transforma en un placer alado. Guarde las cosas pequeñas y bonitas que encuentre en su paseo y deles un sentido. Una pluma, por ejemplo, podría simbolizar la ligereza de corazón; una margarita, frescura e inocencia; una bellota podría representar la fuerza. Al final de su paseo, usted se encontrará en una disposición de ánimo muy diferente a la que se encontraba al principio.
La cima del mundo
Otro ritual para practicar al aire libre a la hora del almuerzo con el fin de restablecer y equilibrar su espíritu.
NECESITARÁ:
- Su persona y un lugar donde sentarse
Si es posible, siéntese mirando al sur (que normalmente es la dirección del sol), pero no se preocupe demasiado por esto. Siéntese tranquilamente y deje que su respiración se lentifique y se calme. Tome conciencia de dónde se encuentra, sintiendo el sol sobre su piel, la brisa removiendo su pelo y sus pies firmes sentados en el suelo. Imagine que es usted el centro equilibrado de una gran brújula. Detrás de usted está el norte, lugar de sabiduría. Perciba en su espalda la fría fuerza de las montañas apoyándole, el poder imparable de los glaciares. A su izquierda está el este, la dirrección de la inspiración. Piense en vientos frescos y en grandes extensiones de cielo que le elevan y estimulan liberando de pensamientos su mente. Frente a usted se encuentra el ardiente sur , lugar de transformación y renovación. Sienta el calor y deje que el color vibrante y la pasión del sur despierten su excitación y entusiasmo, encendiendo así su energía. A su derecha está el oeste, asiento de la paz. Imagine un cálido viento del oeste soplando por encima del océano a la puesta de sol, reconfortándole y proporcionándole descanso. Pase tanto tiempo como considere necesario en cada punto cardinal. Vuelva al centro y regrese a su trabajo renovado.
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