- Incienso
- Una hoja de papel
- Una pluma con tinta dorada
- Una cinta roja
Encienda el incienso. Mientras aspira su aroma, piense en lo que realmente quiere obtener del día, en lo que espera haber logrado cuando éste acabe. Incluya tareas prácticas tales como "quiero acabar este infome", y metas más personales del tipo "quiero acabar el día sintiéndome calmado y relajado". Escriba lo que es más importante para usted, luego lo que le sigue en importancia, y así sucesivamente hasta que haya confeccionado una lista de sus prioridades para el día. (¿Por qué la tinta dorada? Porqué sus prioridades son importantes). Doble el papel, enróllelo y ate la cinta roja a su alrededor y páselo por el humo del incienso, que es una antigua manera de bendecir las cosas y sellar promesas. Lleve la lista consigo. El mero hecho de saber que está ahí, es a menudo suficiente para mantenerle en el estado de ánimo deseado, pero si siente que empieza a decaer, desenrolle la lista y recuerde sus prioridades. Después vuelva a atarla.
Su lugar bajo el sol
NECESITARÁ:
- Una ventana por donde entre el sol o un jardín
- Un vaso de zumo de naranja o pomelo
- Una campana
Para realizar el ritual elija una mañana soleada antes de empezar a trabajar. Haga sonar la campana por encima de su cabeza para disipar la somnolencia que pueda persistir y poner en alerta a su inconsciente. A medida que se desvanecen la vibraciones de la campana, tome conciencia de los rayos del sol sobre su piel y del centello y fulgor de la luz. Coja el vaso de zumo y sosténgalo en alto hacia la luz. Intente visualizar cómo el sol ha calentado y hecho madurar la fruta. Observe el destello en el zumo e imagine que éste se llena con la energía del sol. Beba la mitad del zumo. Cierre los ojos y deje que la luz fluya hacia usted. Imagine que ésta le va llenando como un líquido claro y dorado mientras medita sobre el poder, inimaginable energía del sol, fuente de toda vida. Intente sentir cómo esa fuerza y poder se convierten en parte de usted mismo. Acabe el vaso de zumo e imagine que está bebiendo la pura luz del sol. Llévese un vaso de zumo al trabajo para rememorar "su" momento bajo el sol.
Alimento espiritual
Si siente que está en las nubes o que no puede concentrarse, coma una patata asada caliente, para que le ayude a poner los pies en la tierra. Si, por el contrario, siente que está volando bajo y necesita animarse para el resto de la tarde, pruebe a comer alimentos "vivos" (zumos frescos, alubias o semillas). Si necesita energía para protegerse o poner decididamente los puntos sobre las íes, tome guindilla para subir la temperatura de su humor. Y no olvide tomar una cucharada de miel cuando necesite hablar de forma dulce con alguien.