El blog de los chacras: noviembre 2009

sábado, 28 de noviembre de 2009

LA RESPIRACIÓN POR LOS CHACRAS

Nuestra respiración penetra hasta la más minúscula célula de nuestro cuerpo aportándonos fuerza vital. Mediante la respiración nos unimos con esa fuerza vital y energética que todo lo penetra. Aquí somos conscientes de las dimensiones de nuestra respiración, que representa algo tan universalmente grande y, al mismo tiempo, tan cotidiano. No debe pues extrañarnos que casi todas las tradiciones esirituales notablemente evolucionadas concedan tanto valor a la respiración y que hayan desarrollado multitud de técnicas respiratorias especiales para favorecer la conciencia. La conciencia que acompaña la respiración es un factor decisivo. La respiración consciente realizada de forma concreta aumenta a todas luces el efecto curativo y armonizador de la energía vital contenida en el aire que respiramos. Se podría decir que mediante la conciencia exploramos y podemos hacer aprovechables determinadas frecuencias energéticas del aire que respiramos.

Si dirigimos nuestra conciencia a nuestra respiración, podemos provocar un efecto enormemente positivo. Asimismo, la influencia sobre los chacras a través de la respiración cuenta con una tradición muy dilatada, por lo cual es comprensible que también en este campo se hayan desarrollado multitud de técnicas especiales. Aquí os voy a describir un método de respiración por los chacras muy fácil de poner en práctica, pero altamente eficaz, y que todos podéis practicar en vuestra casa.


Podemos practicarlo sentados en una posición cómoda con la espalda recta, o tumbarnos horizontalmente de espaldas. Al cabo de unos instantes de silencio inspiramos y espiramos pausada y regularmente por la nariz. Al mismo tiempo, nos imaginamos que al inspirar y expirar, el aire pasa por nuestros chacras y vuelve a salir pasando por ellos. Comenzamos con el chacra radical (primer chacra). Nos concentraremos en este chacra y mentalmente inspiraremos y expiraremos suavemente y sin prisas a través de él. Dejamos que el prana vivificador fluya plácidamente a nuestro interior, y que después fluya al exterior con la misma placidez. Practicaremos este ejercicio entre unos 3 y 5 minutos y pasaremos al siguiente chacra haciendo lo mismo que para el primer chacra. Seguiremos haciendo lo mismo con todos los chacras hasta llegar al chacra corona (séptimo chacra). Lo importante es que nuestra conciencia permanezca siempre en el lugar adecuado: es decir, siempre en el chacra para el que respiramos.

Casi todas las personas que han realizado este ejercicio, al terminar, se sienten llenos de energía, armonizados y equilibrados. Algunos, incluso tuvieron la sensación de estar finalmente en el centro de sí mismos, otros, simplemente se sintieron más tranquilos y relajados. Sea como sea, es maravilloso todo lo que puede aportarnos este sencillo ejercicio. Podemos alcanzar una fuente de energía, de paz, de fuerza y de amor. Es un ejercicio muy aconsejable para personas que sienten depresión, o faltos de energía y vacíos. Con la respiración por los chacras recargamos nuestro sistema energético con fuerzas ordenadas.

Otra posibilidad es la que ofrece la combinación de la respiración por las chacras y las vibraciones de las piedras preciosas, los aromas, los sonidos y los colores. Al mismo tiempo que practicamos el ejercicio como hemos explicado, nos imaginamos que por los chacras penetra el aire que respiramos junto con el poder de la piedra que hayamos escogido, el aroma, el sonido o color elegido.

Sea cual sea el método que apliquemos concientemente, seguro que percibiremos los beneficios que nos ofrece.


Fuente: El gran libro de los chacras

domingo, 22 de noviembre de 2009

CHACRAS

La función de los chacras es la de proporcionar la energía necesaria para satisfacer las necesidades de nuestro cuerpo. Estos centros de fuerza vital se manifiestan primero en el cuerpo etérico que, a su vez, proporciona la energía necesaria para el vehículo físico.

Además de manifestarse en el cuerpo etérico, los chacras proporcionan energía a cada uno de los cuerpos restantes*, ya que cada uno de ellos cumple una función concreta con sus propias necesidades de energía. Así pues, cada chacra funciona a seis niveles distintos, que se corresponden con cada uno de los seis cuerpos más allá del físico. La energía que se suministra al cuerpo mental, por ejemplo, no es la misma que la que se suministra al cuerpo astral.

Además de proporcionar la energía para las necesidades diarias, los chacras superiores desempeñan una función única. Son los medios para abrirnos el acceso a los Mundos Interiores. Cada uno de estos centros (empezando por el chacra corazón), desempeña una función vital que de manera directa nos acerca más a las divinidades superiores. No obstante, hasta que no estemos cerca de la maestría, no se despertarán estas energías divinas.

La columna vertebral contiene una energía primordial que procede del Supremo y que corre hacia abajo de la columna. Y otras dos fuentes de energía alimentan nuestros chacras: La energía de la vitalidad, que procede del Logos Solar y fluye hacia arriba por el lado derecho de la columna; y el fuego de la kundalini, que sube por el lado derecho de la columna vertebral procedente del Logos Planetario. Estas tres enegías (procedentes del Supremo, de la vitalidad y de la kundalini) entran por las puertas de los siete chacras y nos proporcionan el combustible para nuestra evolución.

* Los siete cuerpos desvelados son: Cuerpo Físico, Cuerpo Etérico, Cuerpo Astral, Cuerpo Mental, Cuerpo de Luz o Alma, Cuerpo Espiritual o Adonaí y Mónada o Llama Divina.

El primer chacra irradia los colores rojo y naranja y tiene cuatro radios. Su fuerza vital, procedente del Logos Planetario se origina en el centro de la Tierra y, como el radio, puede ser constructiva o destructiva. En el plano de la evolución, la intención del Supremo es que la fuerza procreadora se abra camino gradualmente subiendo por la médula espinal, entrando en cada uno de los chacras superiores. Cuando el fuego del kundalini avanza lo suficiente, se acaba para esta persona la lujuria, la agresividad, el odio, los prejucios y la servidumbre.


El segundo chacra se encuentra donde termina el vello púbico, recibe las corrientes de vitalidad procedentes del sol y las distribuye por el cuerpo entero. Contiene seis radios que irradian los colores rojo, naranja, verde, azul, amarillo y violeta. Los paseos al aire libre, trabajar en el jardín, visitar lugares naturales benefician enormemente este segundo chacra. En una persona sana, este chacra alcanza los quince centímetros. En una persona enferma su tamaño se reduce considerablemente y los colores pierden su brillo y se palidecen.


El tercer chacra se encuentra justo por encima del omblíguo. Contiene diez radios e irradía los colores rojo y verde. Es el más sensible de todos los chacras. Si nos fijamos, cuando algo nos preocupa mucho o recibimos una emoción muy fuerte, sentimos un cosquilleo o nudo en el estómago. Es el tercer chacra que se acelera de manera repentina. Funciona como una alarma de que algo se avecina: armonía o discordia, orden o caos, seguridad o peligro. Es también el chacra que más fácilmente se acelera al recibir la luz de Dios procedente del Espíritu Interior. La preocupación oscurece sus colores, mientras que la fe y el valor los iluminan.


El cuarto chacra se encuentra en medio del pecho, a la altura del corazón. Prevalece el tono rosado y sus doce radios emiten distintas intensidades de azul. Refleja la naturaleza amorosa, compasiva y desinteresada del alma. El chacra del corazón marca el principio del ámbito superior de centros de energía, que nos prepara para la iluminación. Su desarrollo viene acompañado de la expresión de un mayor amor y una actitud más solícita hacia todos los seres. Cuanto más desinteresado sea nuestro amor, más fluirán las energías espirituales y todas las formas de vida.


El quinto chacra está relacionado con nuestra voz. Predominan los colores verde hoja brillante, junto con un azul medio con suaves radiaciones blancas. Tiene dieciséis radios. Cuando utilizamos el quinto chacra de manera constructiva, podemos hablar de manera que inspira a los demás, en este momento estamos usando la energía del fuego kundalini. Por el contrario, si la usamos de manera destructiva, nuestra expresión puede mostrarse excesivamente locuaz o nervioso en su manera de hablar. Lo más aconsejable cuando estamos con otras personas es escuchar tanto como hablar.


El sexto chacra se encuentra en la frente, entre las dos cejas. Tiene un brillo opalescente de fondo, con emanaciones de azul pálido que se alternan con otras de tono violeta-rosado. Hay noventa y seis radios y se le conoce como el tercer ojo ya que trae consigo el don de la visión interior. Los chacras quinto, sexto y séptimo, de hecho, estan sin desarrollar entre la mayoría de población. La activación del sexto chacra coincide con el comienzo de nuestro propio despertar espiritual. Empezamos a experimentar una transformación tras otra.


El séptimo chacra o chacra corona es muy hermoso, con novecientas lineas de fuerza que emanan de su eje central. Los colores de sus pétalos van del violeta al color orquídea entreverados de amarillo. Su desarrollo permite al individuo salir de su cuerpo físico y viajar a los mundos interiores. Otra función importante de este chacra es su papel en nuestra liberación en el momento de la muerte, enviando una oleada de energía eléctrica que recorre todo el cuerpo físico y etérico, poniendo fin a su funcionamiento. Con ello, el cuerpo astral, pasa a ser el medio que utiliza el alma para regresar a los Mundos Interiores, su tierra natal.


Fuente: Los siete cuerpos desvelados

sábado, 7 de noviembre de 2009

PIEDRAS NATALES

Por conveniencia del mercado comercial de joyas, siguen circulando gran cantidad de informaciones erróneas con respecto a la ventaja de llevar piedras natales. La confusión aumenta, por cuanto que no hay dos listas de piedras natales que coincidan completamente. Las relaciones y significado esotérico de los minerales con los doce signos del Zodíaco sólo son del conocimiento de escasos individuos superiormente sintonizados. Las piedras natales no son en absoluto un mensajero personal de la buena fortuna, sino conductoras de equilibrio a través de las puertas de la vibración que cada ciclo y estación de los doce meses terrestres llevan al hombre. La idea general era tener doce gemas diferentes, una por cada signo del Zodíaco, de modo que cada uno pudiera llevar aquella que fuera más armoniosa y complementaria de la configuración zodiacal particular que afectara al planeta Tierra, con sus vibraciones en este momento. Los doce esquemas de energía zodiacal son significativos para todos los individuos en diferente grado, pues cada ser humano tiene dentro de sí mismo diversos grados de los doce esquemas energéticos.
Ello no quiere decir que todos debieran llevar doce gemas de distinto tipo en toda ocasión, pero con la utilización de las listas de mi post anterior, cada uno podrá llegar a una conclusión respecto a la conveniencia de muchas gemas para su propia personalidad, entendiendo que ninguna persona está limitada sólo a una supuesta piedra natal perteneciente a su mes de nacimiento.
Como las piedras de calidad transmiten muchos tipos diferentes de esquemas de energía, sería una limitación y una locura suponer que no podemos llevar o utilizar cualquier gema particular que nos atraiga. Reconociendo este factor, cada vez son más los individuos que desean tener una colección de minerales y gemas que llevar puestos, manejar o transportar, sintiéndose motivados a ello desde su interior.
El intercambio de gemas vistos en los distintos encabezamientos de las listas de mi post anterior le resulta clave a la humanidad para unir sus principios inferiores con los superiores. Contienen indicaciones que dicen bien claro que el hombre no puede ser tratado como un ser fragmentado cuando tiene una dolencia física, pues los factores mentales y emocionales suelen estar muy unidos a ella.
El razonamiento externo existente tras la idea de llevar sólo una o dos gemas, basándose para ello estrictamente en un deseo personal, desaparece cuando pensamos en la integración de las energías que están actuando conjuntamente para cohesionar y crear reflejos completos.
Los que deseamos entenderlo todo a un nivel más total, nos damos cuenta de que nada se halla en realidad separado, del mismo modo que ningúnn hombre está separado de su fuente eterna. La unidad a través de la diversidad se comprenderá más sinceramente; y el motivo de la gran variedad que tienen los individuos para elegir se entenderá a partir de los valores internos tanto como de los externos.
Fuente: Piedras que curan

martes, 3 de noviembre de 2009

AFINIDAD ZODIACAL DE LAS GEMAS

Al hablar de la afinidad entre gemas y signos zodiacales, debemos tener en cuenta que los planetas, piedras y signos tienen unas afinidades comunes y forman parte de la estructura de energía universal del cosmos. Como los minerales son elementos vivos a presión comparten lo mismo y son aceptados por estas frecuencias. No obstante, no debemos mitificar o restringir cualquier otra gema. Este artículo pretende dar una idea general de las afinidades más comunes entre los signos zodiacales y las piedras y/o minerales, pero si alguien se siente atraído por una piedra en concreto y no corresponde a su signo zodiacal, no debe rechazarla.


AFINIDAD ZODIACAL DE LAS GEMAS


ARIES: Ágata fuego, Amatista, Coral, Cornalina, Cuarzo ahumado, cuarzo claro, Diamante, Granate, Jade, Malaquita-azurita, Perla, Piedra Sanguínea, Topacio, Turmalina Rosa, Turmalina corazón de sandía, Turquesa.


TAURO: Aguamarina, Coral, Cuarzo ahumado, cuarzo claro, Diamante, Esmeralda, Jade, Lapislázuli, Malaquita-azurita, Perla, Sanguina, Turmalina corazón de sandía, Turquesa.


GEMINIS: Citrina, Coral, Crisoprás, Cuarzo ahumaado, Cuarzo claro, Diamante, Jade, Malaquita-azurita, Perla, Piedra sanguina, Topacio, Turmalina corazón de sandía, Turquesa, Zafiro.


CÁNCER: Coral, Crisoprás, Cuarzo ahumado, Cuarzo claro, Diamante, Esmeralda, Jade, Malaquita-azurita, Ópalo, Perla, Piedra luna, Piedra sanguina, Turmalina corazón de sandía, Turmalina verde, Turquesa.


LEO: Ágata fuego, Ámbar, Citrina, Coral, Cuarzo ahumado, Cuarzo claro, Diamante, Granate, Jade, Malaquita-azurita, Perla, piedra sanguina, Rubí, Topacio, Turmalina corazón de sandía, Turmalina rosa, Turquesa.


VIRGO: Ágata fuego, Ámbar, Citrina, Coral, Cornalina, Cuarzo ahumado, Cuarzo claro, Diamante, Jade, Malaquita-azurita, Perla, Piedra sanguina, Turmalina corazón de sandía, Turquesa, Zafiro.


LIBRA: Aguamarina, Coral, Cuarzo ahumado, Cuarzo claro, Diamante, Esmeralda, Jade, Malaquita-azurita, Ópalo, Perla, Piedra sanguina, Turmalina corazón de sandía, Turmalina rosa, Zafiro.


ESCORPIO: Coral, Cuarzo ahumado, Cuarzo claro, Diamante, Esmeralda, Jade, Malaquita, Malaquita-azurita, Perla, Piedra luna, Piedra sanguina, Rubí, Turmalina corazón de sandía, Turmalina verde, Turquesa.


SAGITARIO: Amatista, Coral, Cuarzo ahumado, Cuarzo claro, Diamante, Jade, Labradorita, Malaquita-azurita, Perla, Piedra sangina, Rubí, Turmalina corazón de sandía, Turmalina rosa, Turquesa.


CAPRICORNIO: Ágata fuego, Amatista, Ámbar, Coral, Cornalina, Cuarzo ahumado, Cuarzo claro, Diamante, Granate, Jade, Labradorita, Malaquita-azurita, Perla, Piedra sanguina, Turmalina corazón de sandía, Turmalina verde, Turquesa, Zafiro.

ACUARIO: Coral, Crisoprás, Cuarzo ahumado, Cuarzo claro, Diamante, Jade, Labradorita, Lapislázuli, Malaquita-azurita, Ópalo, Perla, Piedra sanguina, Turmalina corazón de sandía, Turquesa.


PISCIS: Aguamarina, Coral, Crisoprás, Cuarzo ahumado, Cuarzo claro, Diamante, Jade, Labradorita, Malaquita-azurita, Ópalo, Perla, Piedra luna, Piedra sanguina, Turmalina corazón de sandía, Turmalina verde, Turquesa.


AFINIDAD DE LOS CHACRAS Y LAS GEMAS

PRIMER CHACRA: Ágata fuego, Ámbar, Amatista, Aguamarina, Coral, Cornalina, Cuarzo ahumado, Cuarzo claro, Diamante, Granate, Jade, Labradorita, Malaquita-azurita, Piedra luna, Ópalo, Perla, Rubí, Turmalina corazón de sandía, Turmalina verde.

SEGUNDO CHACRA: Citrina, Crisoprás, Cuarzo ahumado, Cuarzo claro, Diamante, Jade, Labradorita, Lapisázuli, Malaquita-azurita, Ópalo, Perla, Piedra sanguina, Rubí, Turmalina corazón de sandía, Turmalina verde.


TERCER CHACRA: Ámbar, Aguamarina, Citrina, Cuarzo ahumado, Cuarzo claro, Diamante, Esmeralda, Jade, Malaquita-azurita, Perla, Piedra luna, Ópalo, Rubí, Turquesa.


CUARTO CHACRA: Crisoprás, Cuarzo ahumado, Cuarzo claro, Diamante, Jade, Malaquita-azurita, Ópalo, Piedra sanguina, Rubí, Topacio, Turmalina corazón de sandía, Turmalina rosa, Turmalina verde.


QUINTO CHACRA: Ámbar, Aguamarina, Citrina, Cuarzo ahumado, Cuarzo claro, Diamante, Esmeralda, Jade, Lapilázuli, Malaquita-azurita, Ópalo, Rubí, Topacio, Turmalina corazón de sandía y verde, Turquesa.


SEXTO CHACRA: Amatista, Cornalina, Cuarzo ahumado, Cuarzo claro, Diamante, Esmeralda, Jade, Labradorita, Malaquita, Malaquita-azurita, Ópalo, Rubí, Turmalina corazón de sandía, Turmalina verde, Zafiro.


SÉPTIMO CHACRA: Ágata fuego, Amatista, Crisoprás, Cuarzo ahumado, Cuarzo claro, Diamante, Jade, Labradorita, Malaquita, Malaquita-azurita, Ópalo, Rubí, Turmalina corazón de sandía, Turmalina verde.


AFINIDAD PLANETARIA DE LAS GEMAS

SOL: Diamante, Granate, Ópalo, Rubí, Topacio, Turmanlina rosa.




LUNA: Piedra luna, Perla, Turquesa.




MERCURIO: Calcedonia, Citrina, Topacio, Zafiro.




VENUS: Aguamarina, Crisoprás, Diamante, Esmeralda, Lapislázuli, Perla, Piedra luna, Turmalina rosa, Turmalina verde, Turquesa.



MARTE: Amatista, Coral, Cornalina, Granate, Rubí, Turmalina corazón de sandía.




JUPITER: Amatista, Berilo rosa, Crisocola, Crisoprás, Turmalina corazón de sandía, Turmalina rosa.




SATURNO: Ámbar, Coral, Coralina, Cuarzo ahumado, Diamante, Esmeralda, Jade, Piedra sanguina, Zafiro.




NEPTUNO: Ágata fuego, Aguamarina, Coral, Crisocola, Crsisoprás, Esmeralda, Espectrolito, Jade, Malaquita-azurita, Ópalo, Perla, Piedra luna, Turmalina rosa.



URANO: Ágata fuego, Amatista, Crisoprás, Cuarzo claro, Espectrolito, Lapislázuli, Malaquita-azurita, Ópalo, Topacio.



PLUTÓN: Ágata fuego, Ámbar, Amatista, Cornalina, Cuarzo ahumado, Cuarzo claro, Espectrolito, Granate, Malaquita, Malaquita-azurita, Piedra luna, Piedra sanguina, Rubí, Turmalina verde.



VULCANO: Espectrolito, Malaquita-azurita, Turmalina verde.






Fuente: Piedras que curan



 
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