El blog de los chacras: CAMBIANDO EL AMBIENTE (V)

martes, 16 de febrero de 2010

CAMBIANDO EL AMBIENTE (V)

DORMITORIOS

¿Anhela tener un "santuario" alejado del mundo exterior, un lugar mágico donde pueda relajarse y sentirse a gusto desde el mismo momento en que atraviesa la puerta? Los dormitorios son el lugar para el amor y los sueños, para el placer que produce tanto la renovación espiritual como el deleite de los sentidos. Consagre su dormitorio a los rituales. Pero antes de harcerlo tal vez convenga dar unos pasos preparatorios:

  • Ordene la habitación. Guarde la ropa, libros, discos, etc.
  • Saque de la habitación cualquier cosa asociada al trabajo o a las preocupaciones: ordenador, tabla de planchar, formularios de impuestos, apuntes de clase y libros de texto, que necesitarán un nuevo destino.
  • Asegúrese de que el dormitorio sea realmente cómodo y acogedor, que cuente con cojines, mantas, cortinas, moqueta y algunos cuadros. Pinte las paredes de su color favorito.
  • Revise la iluminación y los puntos de luz. Es evidente que la luz suave de una lámpara de noche es más beneficiosa y relajante para su vista que una bombilla de 100 vátios colgada del techo.
  • Pruebe a realizar este ritual para disponer el dormitorio para el amor y el romance. Antes de comenzar, disponga todo lo que necesite -aceites perfumados para masaje, velas, perfumes, cojines de seda, alfombras, etc.- para que su dormitorio sea verdaderamente un lugar sensual. Dese todos los gustos que pueda permitirse.
NECESITARÁ:

  • Su colección de "objetos sensuales" y cestos, cuencos o cajas para guardarlos y/o exhibirlos.
  • Incienso.
  • Tres velas: Una para representarse a usted mismo (dorada para el hombre, plateada para la mujer). Otra que represente a su pareja. Y una tercera de color rosado que representa el amor. Escoja la intensidad de color que se adecue a sus sentimientos. Desde el rosado claro para el romance hasta el carmesí para la pasión (el blanco simboliza el amor espiritual o el amor filial).
  • Una pequeña bolsita con pétalos de rosa secos.
  • Tres cintas del mismo color que las velas.

Encienda las varitas de incienso y deje que su perfume impregne la habitación mientras usted se limita a relajarse durante unos instantes. Encienda las velas y siéntese en la cama con la bolsita de pétalos de rosa y las cintas. Intente visualizar como las velas irradian una cálida luz rosada que, con su suave resplandor, inunda la habitación y todo lo que hay en ella. Déjese envolver por esa luz, como si se encontrara dentro del corazón de una rosa.

Imagine que llueven sobre usted pétalos de rosa que van colmando su regazo y se derraman sobre la cama impregnando la habitación con su aterciopelada suavidad. Imagine su intenso perfume permitiendo que le inspire pensamientos relacionados con el romance y el deseo.

Invoque la presencia del espíritu del amor (y de la pasión si lo desea). Sienta como su corazón se vuelve cada vez más cálido con la respuesta del amor. Ate las tres cintas por un extremo y vaya trenzándolas mientras visualiza como usted, su pareja y el amor se fusionan formando una hebra indivisible. Con esta cinta que ha trenzado proceda a atar la bolsita con los pétalos de rosa asociándola así con la profunda y rica energía que desprenden las rosas.

Disponga por la habitación los "objetos sensuales" y coloque la bolsita bajo la almohada para perfumar sus sueños y deseos.





Fuente: Rituales para cada día

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