El blog de los chacras: UN TRABAJO MARAVILLOSO (II)

miércoles, 31 de marzo de 2010

UN TRABAJO MARAVILLOSO (II)

Escalador profesional

Las escaleras también resultan muy útiles para este sencillo ritual cotidiano que habrá de acrecentar su energía y motivación. Cada vez que suba una escalera, respire hondo y trate de visualizar que escala salvando obstáculos hacia el éxito final. Intente sentir esa sensación de satisfacción y logro que se experimenta cuando se ha llegado a la meta. Al bajar una escalera, visualice que está descendiendo hacia un estado de relajación y firme arraigo. También puede hacer algo similar en un ascensor: cuando suba, imagine que asciende hacia el aire limpio y la luz del sol. Al descender, imagine que está bajando lenta y relajadamente para descansar.

La abeja industriosa

Todo trabaja atraviesa sus periodos de menor actividad, pero si cada día comienza anodinamente, continúa de la misma manera a medida que transcurren las horas, y el aburrimiento se apodera de todo, algo tiene que cambiar. ¿Las cosas marchan lentamente? ¿No hay mucho que hacer? ¿No hay nada excitante? Realice este ritual para incrementar su energía y hacer que su inconsciente se vuelva sensible a las oportunidades.

NECESITARÁ:
  • Una vela de cera de abeja.
  • Aceite esencial de romero.
  • Un trozo de seda o algodón de color verde.

Encienda la vela. Siéntese y trate de visualizar un jardín inundado por la luz del sol, lleno de hierbas densamente aromáticas, como lavanda, tomillo, romero y salvia. Relájese y sienta el calor del sol sobre su piel. Eche una o dos gotas de aceite de romero sobre el trozo de tela verde e inspire el perfume a medida que intenta visualizar dicho jardín. Imagine que frota las hojas con sus dedos y que siente intensamente esos perfumes silvestres. Escuche el zumbido de las abejas atareadas en los arriates y vea como revolotean alrededor de las flores recogiendo, concentradas y felices, el polen. Deje volar su imaginación hacia su lugar de trabajo. Según contempla la escena, observe cómo el lugar se va llenando con el mismo enjambre de brillantes abejas. Oiga su alegre zumbido y aspire nuevamente el aroma de las hierbas. Inspire el perfume del aceite de romero y perciba cómo su inconsciente se pone a trabajar. A medida que lo hace, observe cómo su lugar de trabajo se ha convertido ahora en un lugar de muchísima actividad. Véase a sí mismo y a sus compañeros alegremente atareados, e intente percibir el satisfecho zumbido de la productividad. Cuando sienta que ha completado esta visualización, apague la vela. Llévese al trabajo el trozo de tela perfumada con el aceite de romero y disfrute de su perfume cada vez que sienta que necesita un poco más de energía.

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